Un autor con poco éxito lleva su última novela a una editorial. El
editor, luego de rechazársela, le ofrece una changa: la editorial
recibió un manuscrito que les gustó mucho, pero no pueden ubicar al
autor. Y sin él, no pueden publicar nada. El autor del manuscrito se
llama Juan Pérez y vive en Penurias, en el interior de Uruguay.
Necesitando el dinero, el protagonista, cuyo nombre no se menciona
nunca, se embarca en la búsqueda. Idas y venidas tratando de
descubrirlo y mucho humor que aparece en los momentos menos esperados.
Como por ejemplo, luego de un encuentro sexual la percepción del
protagonista cambia. Cito el párrafo:
"Saludé elevando dos dedos hasta mi sien, y partí rumbo al resturante.
Era notable como había cambiado Penurias en tan poco rato. Habían
afirmado las veredas y asfaltado las calles, los pájaros cantaban
quintetos de Mozart aunque ya dominaba por completo la oscuridad, y
los peatones se habían vuelto amables y cordiales. Me sonreían
tiernamiente al pasar. Los perros meneaban la cola y los elefantes se
quitaban el sombrero y me hacían reverencias. El cielo estaba surcado
por fuegos artificiales, y por un enorme aco iris brillante; al pie de
un extremo, un grupo de enanitos de Walt Disney, enterraban
apresuradamente una olla repleta de monedas de oro. El aire era puro y
fresco. La vida era hermosa".
Se lee rápido, y además, como es una novela bastante corta (la edición
de Mondadori tiene 122 páginas) se termina enseguida y nos deja con
ganas de conseguir más libros de Levrero.
Gracias Luis por el aporte!
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1 comentario:
Por la reseña, y conociendo al lector que recomienda el libro, lo anoto como próxima lectura.
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